"Justicia es que los detenidos paguen": el reclamo de los padres de Kim Gómez ante la jueza

Florencia y Marcos, los padres de Kim Gómez, la nena asesinada por delincuentes en La Plata, hablaron este martes en la puerta del Juzgado de Menores, donde se lleva adelante la causa contra los acusados. Mientras esperan la decisión de la jueza sobre los menores detenidos, lanzaron un pedido contundente: "Justicia es que los detenidos paguen".

Ambos presenciaron una de las audiencias y se cruzaron cara a cara con el joven de 17 años señalado como uno de los responsables del crimen. "Fue difícil, pero estuvimos. Florencia se la bancó y pudo ver a los asesinos. Al chico de 17 años le dije cosas y ahora me siento mejor", relató Marcos, ante la multitud de vecinos que se acercó al juzgado para apoyarlos.

Aunque evitó dar detalles del encuentro, el padre de Kim dejó en claro el impacto del momento: "Me quiero guardar para mí las sensaciones que tuve, feas, malas y hasta buenas".

El dolor de una madre: "Me la destrozaron"

Por primera vez desde el crimen, Florencia habló públicamente. Con la voz quebrada y entre lágrimas, expresó: "Kim no es la primera, pero quiero que sea la última".

Ella fue testigo directo del horror: estaba dentro del vehículo robado cuando los delincuentes arrojaron a su hija y la arrastraron durante 15 cuadras. "Me la destrozaron, no me puedo olvidar esas imágenes", confesó.

Sobre el cruce con el adolescente de 17 años, dijo: "Lo vi cara a cara, no le dije nada, pero lo miré". Y reafirmó su reclamo de justicia: "Que los detenidos paguen".

"Queríamos que ella sueñe en grande"

Con el dolor a flor de piel, Marcos y Florencia insisten en que la muerte de su hija debe marcar un cambio profundo. "Hoy me encuentro vacío, siento que tengo que hacer algo por mi hija, para que no quede en vano. Me daría orgullo decir ‘mirá, este cambio fue por Kim’. Eso me daría paz", sostuvo el papá de la nena.

Mientras esperan una nueva audiencia, esta vez con el menor de 14 años, compartieron el vacío que sienten día a día: "Lo difícil ahora es llegar a casa, pasar por la escuela. Ya no vamos a ir a buscarla a las actividades, queríamos que ella sueñe en grande".

Por último, Marcos se dirigió a los adultos responsables de los jóvenes acusados: "Piensen que nos arruinan, no puedo entender el desamor. Pidan ayuda si no pueden con sus hijos".