Condenan a 8 años de prisión a un conductor borracho que mató a dos hermanos en Timbúes

El venezolano José Freinger Farías Zambrano, quien vivía en Oliveros, fue sentenciado a 8 años de prisión por un siniestro vial con cuatro víctimas –dos fatales– en Timbúes.

Rosario07/04/2025Studio341NewsStudio341News
Choque

Un conductor borracho fue condenado a 8 años de prisión por haber provocado un siniestro vial fatal en Timbúes, en octubre de 2022, donde murieron dos hermanos que esperaban el colectivo. El fallo fue dictado por el juez de San Lorenzo, Ariel Cattaneo.

El acusado, José Freinger Farías Zambrano, de origen venezolano y residente en Oliveros, fue hallado culpable de homicidio simple (dos hechos) y lesiones leves dolosas (otros dos), todos cometidos con dolo eventual. El hecho ocurrió sobre la ruta 11 y quedó registrado en una grabación que estremeció a la región.

Aquella mañana del 9 de octubre de 2022, Freinger manejaba un Ford Fiesta Max a casi 120 km/h por la ruta 11, en sentido norte-sur. Al llegar a la altura de Lisandro de la Torre, cruzó la doble línea amarilla sin motivo aparente, invadió el carril contrario y embistió de lleno una garita donde cuatro hermanos esperaban el colectivo.

Accidente 2

Las víctimas eran oriundas de Arocena. Estefanía (17) y Alejandro Ruiz (19) murieron en el acto. Sus hermanos menores, Laureano (15) y Denisse (9), resultaron heridos pero lograron sobrevivir.

Hermanos

La pericia confirmó que Freinger conducía con 1,79 gramos de alcohol por litro de sangre, más del triple del límite permitido.

El fiscal Leandro Lucente sostuvo que el conductor actuó con dolo eventual: sabía que su accionar ponía en riesgo vidas, y aún así decidió continuar. El juez coincidió con ese planteo y dictó la condena.

Además, el historial del acusado fue determinante. En diciembre de 2021, había protagonizado otro incidente vial bajo los efectos del alcohol. Aquella vez, también en la ruta 11, chocó un vehículo y el test arrojó 1,97 gramos de alcohol por litro de sangre. Solo se registraron daños materiales.

Esa primera advertencia no fue suficiente para frenar su conducta. Meses después, el desenlace fue trágico.

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