Alerta por las lámparas de uñas: un estudio del CONICET revela que alteran moléculas clave de la piel

Investigadores del CONICET hallaron que muchas partículas, entre ellas la enzima que produce melanina, ven alteradas sus funciones.

Curiosidades28/05/2025Studio341NewsStudio341News
Uñas

Un estudio del CONICET encendió la alarma sobre el uso doméstico de lámparas LED para el secado del esmalte de uñas. El trabajo, publicado en la revista Chemical Research in Toxicology, mostró que la radiación ultravioleta (UV) que emiten estos dispositivos puede alterar el comportamiento de moléculas esenciales de la piel, incluida la enzima responsable de la producción de melanina.

La investigación comenzó hace cuatro años, casi por casualidad. A María Laura Dántola, investigadora del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP), le llamó la atención la prolijidad de las uñas de sus alumnas ingresantes. Al preguntarles cómo lograban mantener la manicura perfecta, la respuesta fue clara: “esmaltado semipermanente, hecho en casa, con lámparas UV económicas y de fácil acceso”.

Los kits caseros incluyen esmaltes especiales y una lámpara LED que seca el producto en cuestión de minutos. Pero lo que parecía una solución estética sencilla disparó una preocupación científica mayor: ¿qué pasa con la exposición repetida a esa luz?

“Las primeras lámparas usaban radiación UVA, que luego fue reemplazada por luz LED UVA visible, del mismo rango que la luz solar que llega a la Tierra. Aunque las nuevas versiones son menos agresivas, comprobamos que igual generan modificaciones químicas en moléculas de la piel que no suelen advertirse en los manuales ni en el etiquetado del producto”, explicó Mariana Serrano, también investigadora del CONICET y coautora del estudio junto a Dántola.

CONICET

El grupo de especialistas diseñó distintos ensayos para evaluar el impacto de la radiación en compuestos naturales de la piel. El resultado fue contundente: tras una exposición de apenas cuatro minutos —el tiempo que dura un ciclo típico de secado—, las moléculas analizadas mostraron alteraciones que afectan su función biológica.

“Estos procesos fotosensibilizados son los que generan daño celular. Hablamos de efectos como fotoalergias, irritaciones, reacciones inmunológicas o incluso ciertos tipos de cáncer de piel”, apuntó el investigador Ignacio Vignoni. Y fue más allá: “Uno de los blancos afectados es la tirosinasa, una enzima que participa en la síntesis de melanina, el pigmento natural que protege la piel del sol. Cuando se altera, el cuerpo pierde esa defensa”.

De hecho, los cambios observados fueron similares a los provocados por la radiación solar del mediodía en un día primaveral en La Plata.

Frente a estos resultados, los especialistas piden que se advierta sobre los posibles riesgos del uso frecuente de estas lámparas. Y recomiendan medidas preventivas como el uso de protector solar o guantes que cubran las zonas más expuestas.

“Es clave que la gente pueda decidir, pero con información. No se trata de generar miedo, sino de advertir que incluso lo más cotidiano puede tener efectos que hoy están pasando desapercibidos”, concluyeron.

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