Paolo Rocca mueve sus fichas: Tecpetrol se suma al consorcio del VMOS para disputar el negocio del petróleo y frenar a China

La petrolera Tecpetrol, del Grupo Techint, ultima detalles para sumarse al consorcio del oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS), el ambicioso proyecto que busca destrabar el cuello de botella en el transporte de crudo desde la cuenca neuquina hacia el Atlántico. La jugada, inesperada en términos estratégicos, lleva la firma de Paolo Rocca y responde a dos motivos de peso: la posibilidad de multiplicar las ganancias con el petróleo y la necesidad de frenar el avance de China en el sector energético.

El gigante Tenaris, también del holding, ya había logrado quedarse con la construcción del tramo de 40 kilómetros que unirá Punta Colorada, en Río Negro, con la plataforma de exportación en el mar. Una licitación que se definió con polémica interna, luego de que algunos socios del proyecto propusieran comprar caños a proveedores chinos. Rocca no dudó: se impuso el "made in Argentina" y Techint marcó territorio.

Con ese contrato en el bolsillo, Techint ya tiene presencia asegurada en toda la extensión del oleoducto. A través de Tenaris y Sacde —la constructora del Grupo Pampa— aportará más de 35.000 tubos de acero. Sin embargo, hasta ahora, Tecpetrol —la filial de exploración y producción del grupo— había quedado fuera del núcleo duro del VMOS, integrado por YPF, Pan American Energy, Pampa Energía, Vista, Pluspetrol, Shell y Chevron.

El mensaje de Marín y la lectura del sector

La señal pública llegó la semana pasada. En el foro "Energía y Producción 2025", Horacio Marín, presidente de YPF, dejó flotando una frase con destinatario claro: “Hay más jugadores que van a participar del VMOS”, anticipó. Y agregó: “Hay diálogo permanente y proyectos concretos; seguramente va a ingresar”.

Marín conoce a fondo la interna del Grupo Techint: trabajó allí más de una década, en pleno auge de Vaca Muerta. En el sector leyeron sus palabras como una invitación abierta —o una presión sutil— para que Rocca mueva sus piezas. Y parece que el mensaje surtió efecto.

El ingreso de Tecpetrol al consorcio implica, para Rocca, algo inusual: compartir la gestión de un megaproyecto con otras compañías del sector, algunas incluso competidoras. No es su estilo. Pero esta vez, los números y la geopolítica lo convencieron.

Qué cambió para que Rocca diga “sí”

Hay dos razones clave detrás del giro. La primera, económica: Techint viene desarrollando el proyecto Los Toldos II Este, con el que espera quintuplicar su producción de crudo, pasando de 20 a 100 mil barriles diarios para fines de 2026. El acceso al VMOS es estratégico para evacuar esa producción hacia los mercados internacionales.

La segunda, política: el temor al avance chino. Se sabe que empresas del gigante asiático mostraron interés en construir el último tramo del oleoducto, el más delicado: el offshore. Rocca ha sido claro en su postura. “Podemos competir con todos, menos con China. Juega otro partido, con fuerte intervención estatal”, disparó en el último seminario ProPymes. La adjudicación a Tenaris fue, en ese contexto, una jugada defensiva, casi de supervivencia industrial.

La megaobra que puede transformar las exportaciones

El VMOS, una obra valuada en US$ 3.000 millones, será financiado con un project finance: el 30% lo pondrán las empresas del consorcio y el resto lo aportarán bancos internacionales. En junio se esperan los primeros desembolsos por US$ 1.700 millones, según adelantó Marín.

Las proyecciones entusiasman: hoy Argentina exporta unos 128.000 barriles diarios de crudo. Con el VMOS operativo, se apunta a 550.000 barriles en 2027 y 700.000 para 2028. Traducido en divisas, se estima que podría generar entre US$ 12.000 y US$ 15.000 millones anuales, tomando como base un precio del Brent de US$ 70.

Con la mira puesta en ese futuro, Rocca parece haber tomado una decisión que, aunque inusual en su historial, lo deja bien parado en el nuevo mapa del petróleo argentino.