"200 Pollos": los 200 kilos de cocaína claves para dar golpe a la "banda del peruano"

Esa fue la denominación que el “narcopiloto” detenido Julio Rodríguez Granthon, desde su celda en Ezeiza, les dio a los integrantes de su organización por WhatsApp, indicando además como repartirlo.

Policiales10/07/2023Studio341NewsStudio341News
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Un teléfono celular secuestrado al narcopiloto Julio Andrés Rodríguez Granthon en su celda del Penal de Ezeiza en agosto del año pasado fue el elemento "clave" que permitió a los investigadores la detención de 12 de los integrantes de la banda y cuyos mensajes a través de WhatsApp revelaron el supuesto tráfico de 200 kilos de cocaína, que identificaban como "200 pollos".

“Dale, te deja mi camioneta con los 200 pollos, descargamos eso” (sic), dice el mensaje que Rodríguez Granthon le envió el 7 de julio del 2022 a su mano derecha, el ahora detenido Facundo Ariel Pérez (30), alias "Jirafa", y que quedó registrado en el teléfono celular Samsung Galaxy J2 Core que se le secuestró al principal sospechoso en su celda, durante una requisa realizada de manera aleatoria en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, dijeron las fuentes judiciales.

De acuerdo a los datos obtenidos por los expertos en tecnología del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales, de la Policía Federal, seguidamente el piloto detenido le envió una captura de pantalla a su interlocutor, donde surgen las indicaciones claras sobre el reparto que debía hacerse de esa droga.

"50 toro, 40 Rodrigo, 30 reina, 15 marta, 15 Mario, 10 Fede, 10 negra, 10 chulo”, dice textualmente el mensaje, cuyo contenido fue incorporado al expediente.

Según las fuentes, los investigadores policiales lograron determinar luego la veracidad de esos mensajes, cuando el mes pasado observaron que el vehículo que mencionaba Rodríguez Granthon en aquellos mensajes de los "200 pollos" era uno de los vehículos que utilizaba la organización y concurría habitualmente al domicilio de "Jirafa" Pérez, en Enrique Corbo y José De Pereda, de la localidad bonaerense de La Reja.

Allí, los investigadores lograron ver cómo se efectúan los encuentros de Pérez en su rol de “encargado” con los eslabones intermedios de la cadena de tráfico, que obligadamente lo visitarían ya que son éstos los que realizarían luego la logística de reparto de las drogas y el cobro.

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