"Sonido de libertad", la película sobre trata de niños y pedofilia

Las críticas no han sido demasiado benévolas pero, en cambio, el marketing ha convertido en éxito a una producción de presupuesto escaso.

Mundo03/09/2023Studio341NewsStudio341News
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Se han reservado 223 copias de "Sonido de libertad" para los cines argentinos, a lo largo y ancho del país, un número importante que habitualmente tienen los tranques de Hollywood y los films de superhéroes.

Con sólo 15 millones de dólares de presupuesto y la negativa de varias  compañías a encargarse de su distribución, la película dirigida por Alejandro Monteverde y protagonizada por Jim Caviezel fue  estrenada con el apoyo de grupos conservadores principalmente evangélicos.

Ese sector político religioso  mediante un sistema de crowdfunding y de compra anticipada de entradas convirtió a la producción  en unos de los mayores éxitos de los últimos tiempos con más de 180 millones de recaudación en la primera semana.

El realizador y co guionista se inspiró en la historia real de Tim Ballard -interpretado por Jim Caviezel, el  mismo de La pasión de Cristo-un hombre que durante más de diez años se desempeñó como Agente Especial del Departamento de Seguridad Nacional, pero luego se dedicó a combatir de forma privada la trata de niños, niñas y adolescentes.

La acción se inicia en en Tegucigalpa, (Honduras) donde una mujer convence a un  padre soltero (José Zuñiga) de dejar a sus dos pequeños hijos en un casting para elegir niños y niñas con talento artístico.

Cuando unas horas después el hombre regresa al lugar lo encuentra abandonado: ambos han pasado a integrar el submundo del tráfico y explotación de menores.

Diego Batlle, el experimentado crítico del sitio Otroscines.com opinó que más allá de las buenas intenciones de denuncia sobre el mundo oscuro de la trata, "Sonido de libertad no es una buena película porque no tiene buenas escenas de acción, su narración nunca alcanza demasiada tensión, los diálogos pecan de solemnidad (la cosa mejora un poco cuando aparece el Vampiro del gran Bill Camp, un hombre de pasado oscuro en busca de redención) y todo se resuelve de forma tan obvia y satisfactoria como didáctica y aleccionadora".

Ballard, el agente en el que se basa la película, asegura haber  realizado más de 4.000 diferentes operaciones para desmantelar trata de mujeres y niños.

La Fundación que creó y su impulsor han sido señalados por recibir apoyo de miembros de la extrema derecha de los Estados Unidos, y por promover teorías conspirativas .

Ballard participa de QAnon, un grupo que aseguraba que el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había llegado a la Casa Blanca para terminar con una élite de pedófilos satánicos.

Toda la publicidad que rodeó a esas afirmaciones, sumadas a las recomendaciones que hizo Mel Gibson-un realizador cancelado dos o tres veces al año-crearon una operación de marketing  inusual para un film de bajo presupuesto que ya ha demostrado ser uno de los mejores negocios del año.

Hasta hace poco la gente llamaba a los medios para preguntar si era cierto que se había p-rohibido la exhibición de "La última de Mel Gibson".

En realidad, el protagonista de "Arma mortal" no tiene nada que ver con la película pero sí es amigo del protagonista, Jim Caviezel, a quien digirió en "La pasión de Cristo".

 

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