"Fue al baño a ducharse y salió en corpiño": las declaraciones de los jugadores de Vélez acusados de violación

Se trata de Abiel Osorio, Braian Cufré y José Ignacio Florentín Bobadilla, quienes aceptaron que hubo relaciones sexuales con la víctima, aunque remarcaron que fueron por iniciativa de ella, consensuadas y en encuentros de a dos, y no la violación grupal por la que fueron denunciados.

Policiales26/03/2024Studio341NewsStudio341News
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En una decisión judicial que marca un nuevo capítulo en el caso, los tres jugadores del Club Atlético Vélez Sársfield acusados de abuso sexual agravado permanecerán bajo detención domiciliaria en Tucumán, según lo determinado por la jueza local, Laura Casas. Abiel Osorio, Braian Cufré y José Ignacio Florentín Bobadilla, enfrentan este escenario luego de que en su declaración reconocieran encuentros sexuales con la víctima, alegando que estos fueron consensuados y de a dos, negando así la acusación de violación grupal que pesa sobre ellos.

El desenlace judicial mantiene a los cuatro implicados bajo imputación, si bien con diferentes niveles de participación en los hechos. En este sentido, el arquero Sebastián Sosa podrá regresar a Buenos Aires una vez cumpla con la fianza estipulada, aunque se le impondrá la restricción de no salir del país. Por su parte, la jueza ratificó la medida de arresto domiciliario por 90 días para Cufré, Florentín y Osorio, desestimando así el pedido de las defensas de los futbolistas, quienes buscaban una liberación bajo condiciones similares a las concedidas a Sosa.

La declaración de Florentín: “Le pedí perdón por haber terminado muy rápido”

El centrocampista paraguayo Florentín (27 años) sostuvo que la reunión se dio por la noche, tras la cena con el plantel después del partido contra Atlético Tucumán por la Copa de la Liga. Recordó que la joven llegó al cuarto con una botella de Fernet y otra de gaseosa dentro de una mochila. “Mientras estábamos tomando, ella se levantó para ir al baño porque se quería bañar”, afirmó.

“Nosotros nos miramos sorprendidos. Entonces fue al baño a ducharse y salió con un corpiño. La tenía de frente, vino y se sentó en la cama que estaba al lado mío”, continuó. También mencionó que la denunciante le pidió que le hiciera masajes porque tuvo “un día duro y estaba muy contracturada”. Según su declaración, difundida por TN, él accedió y la situación pronto se convirtió en un encuentro sexual.

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Se dio vuelta y nos empezamos a besar, a acariciar. Uno de los chicos apagó la tele y ahí nos quedamos a oscuras, solo había música”. “Me tocaba y yo la tocaba por debajo de la ropa, luego se quita el short y nos acostamos en la cama. En un momento me dice que me ponga el preservativo, a lo que yo le dije que no tenía. Entonces me pidió que le pase la mochila porque ella tenía. Sacó una cajita oscura, me lo puse y ahí empezamos a tener relaciones”, dijo.

No fue tan largo porque yo acabé muy rápido, tengo ese problema. Me fui para el baño y me quedé un largo tiempo, porque me estaba limpiando. Tenía un poco de vergüenza de lo que pasó. En voz baja le pedí perdón por haber terminado muy rápido y ella burlándose se rió un poco de la ocasión”, remarcó, indicando consentimiento y un clima ameno para la joven. Según su relato, eran cinco los futbolistas dentro de la misma habitación de hotel, aunque uno se retiró inmediatamente.

La declaración de Cufré: “Ella me manoseó y me masturbó”

Por su parte, el defensor Cufré (27 años) contó que tras la cena no se podía dormir y fue allí cuando Sosa le dijo que iba a invitar a una amiga. “Cuando entra a la habitación se choca con Seba, que salía del baño. Estaba con una mochila, la apoya abajo del televisor y saca un Fernet con Coca Cola”, dijo. Su relato coincidió con el de Florentín y señaló que escucharon música: “La pasamos súper bien, hablamos de un montón de temas en un tiempo larguísimo".

Se la veía súper distendida, charlaba mucho, se reía, todo súper bien. La verdad que nada raro. Seguimos charlando hasta que dice que se quiere ir a bañar. Ahí es cuando nosotros nos miramos como diciendo ‘qué raro’. Seba ya sabía porque ella le había dicho que se quería bañar, pero nosotros no sabíamos”, agregó el defensor. Al salir del baño, Cufré también mencionó que la joven “estaba en corpiño, el top no sé dónde estaba”.

“Se va directamente a acostar a la cama de Osorio, y al lado estaba Florentín. En un momento, Florentín empieza a hacerle masajes a ella. Cuando la empieza a masajear, no se escucha nada, estaban lo más bien. Nosotros con Osorio jugando al Free Fair en el celular”. “Se escuchaba que ambos estaban charlando y, luego, que se dan un beso. Ahí se apaga la televisión, que era la luz que estaba prendida. La música seguía de fondo bajita porque ya era tarde”, indicó.

“En un momento veo que ella le pasa a Florentín una mochila que había traído y saca algo, pero no veo bien qué es. Dejó la mochila al costado del sofá, empiezan a tener relaciones y se la escuchaba gemir. Nunca se escuchó un ‘no’, nunca se escuchó un ‘pará’, nunca se escuchó nada. Tengo dos hijas chiquititas y, si hubiera escuchado algo, hubiera intervenido”, agregó ante la fiscal. Cuando ese encuentro terminó y Florentín estaba supuestamente en el baño, Cufré comentó: “Ella me manoseó y me masturbó”.

Además, de acuerdo a su versión de los hechos, Florentín luego le marcó a la joven que era hora de irse a dormir porque pronto tendrían que levantarse. “La chica pregunta: ‘¿Alguno tiene para dejarme efectivo que no tengo para el Uber?’. Ahí saco y le doy $7.000 u $8.000, más no porque no tenía, y le dejé la plata en la mesita de luz”, apuntó.

La declaración de Osorio: “Ella me tocó, pero yo no estaba convencido”

El delantero Osorio (21 años) era compañero de habitación de Sebastián Sosa y relató cómo se enteró de que iba a visitarlos una periodista: “Me dice ‘che, va a venir una chica, es amiga’. Yo estaba con el celular y no le di mucha importancia, le dije que estaba bien”, comentó. Al igual que Cufré y Florentín, Osorio mencionó que la víctima pidió permiso para irse a bañar. “Cuando sale estaba en corpiño y la remera no la tenía en las manos”, contó.

“Se acostó en una cama y vemos que José (Florentín) le empieza a hacer masajes y comienzan a hablar entre ellos. Nosotros seguíamos hablando y ellos arrancaron a los besos”. “Braian (Cufré) no estuvo ni dos minutos, que después fue al baño. Cuando sale del baño se cruza con Florentín, que luego se sienta al lado de la chica y empezaron a hablar”, añadió.

Según la declaración de Osorio, en un momento Florentín se fue y él se quedó con la joven: “Yo la besé, ella me tocó, pero yo no estaba convencido de si quería hacer eso. No tenía ganas de tener relaciones sexuales con ella y la abracé. Estaba inhibido, había visto que había estado con dos compañeros. Pasa ese momento, seguimos hablando y suena la alarma. Se levanta y empieza a buscar sus cosas”, estableció.

La declaración de Sosa: “Me dormí"

El arquero uruguayo Sosa (37 años) dijo que cuando la joven ingresó a la habitación, preparó unos tragos. “Yo estaba en otra onda, en otro ambiente. Era el que ponía la música, mientras tanto me hablaba con mi señora que estaba en un cumpleaños, entonces era un ida y vuelta de mensajes con ella. No estaba prestando atención a lo que ellos conversaban, aunque participaba de alguna que otra charla. Así estuvimos una hora y media”, afirmó.

El menos complicado de los acusados —por considerar que tuvo una participación secundaria— también remarcó la salida en ropa interior del baño. “Ella me pide para bañarse, a lo que yo le digo que no había ningún problema, porque no veía nada extraño en esa situación”, explicó y sumó: “Cuando sale estaba en corpiño. En ningún momento la vi incómoda, es por eso que yo le digo por mensaje que siempre la vi bien”.

“Estaba con sueño y tenía ganas de dormir, me sentía con pocas energías, y al rato me dormí. Recuerdo despertarme después cuando escucho conversaciones, volteo a mirar y no había nadie. Seguí durmiendo hasta que ella vino y alumbró buscando su ropa”, aseguró el uruguayo que todo el tiempo estuvo al lado de múltiples supuestos encuentros sexuales consensuados.

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Minutos después de que la joven se retirara del hotel, mantuvieron una charla por WhatsApp. “Me quedé despierto y empecé una conversación con ella, me decía que le pregunte al paraguayo si había usado preservativo. Es más, me quedé preocupado hasta que le pregunté si había llegado bien a su casa, y luego puse la alarma para dormir porque teníamos dos horas nomás para hacerlo antes de salir”.

“Toda esta situación me descoloca porque yo no esperaba vivir esto, no me parece tener que estar viviendo esto sólo por hacerle una invitación a una persona a que venga a tomar algo, me parece que es demasiado lo que está viviendo uno sólo por invitar a alguien a tomar, por una simple invitación con un mensaje. Nunca intenté engañarla, nunca le dije que la llamaba para una entrevista, nunca intenté presionarla, están clarísimas las conversaciones en los chats”, declaró.

Asimismo, postuló que la remera que la joven se llevó esa noche del hotel Hilton fue a modo de “recuerdo”, insinuando que se trataba de una práctica usual para ella. En cambio, la denunciante dijo que se llevó esa prenda para limpiarse la sangre que perdía por el ataque sexual.

El relato de la víctima: “¿Me veías o dormías?”

La denunciante es una periodista de 24 años cuya identidad no fue revelada. En la audiencia del miércoles pasado, brindó su testimonio vía Zoom: “Primero que nada voy a arrancar diciendo que para mí esto va a ser mi prisión, porque mi vida es un infierno y una cárcel desde hace tres semanas. Me parece una locura. Yo tengo miedo de que se fuguen, los medios económicos los tienen y las posibilidades también. No me parecería justo que ellos pasen lo que queda del juicio en una casa, en un country, con pileta, con un arco de fútbol pasándola bien, cuando mi vida es un infierno hace tres semanas”, dijo en referencia a la prisión domiciliaria.

“Me pueden escuchar con mucha fortaleza, entera, pero les aseguro que no es así, por dentro mi alma está desgarrada”. “Yo no puedo ir a ningún lado sola. Me han filtrado la cara por chats de parte de ellos. Ese celular no es mío, los mensajes no salen de mi celular tampoco. Me han filtrado el domicilio. Me han filtrado el DNI, el nombre y todo”, denunció y sumó: “No solamente me han quitado la dignidad, la sexualidad, me han quitado la carrera, los sueños, la felicidad, la sonrisa y sobre todo, las ganas de vivir”. Sobre la noche en la que fue a encontrarse con Sosa, reveló: “Yo di mi consentimiento para ir voluntariamente, pero todo lo que pasó después no estuvo consentido. Yo acepté ir espontáneamente, todo lo que sigue después no lo acepto”.

“Yo acepto voluntariamente ir a un hotel con cuatro personas, poniendo textual que no se desubiquen, yo en ningún momento digo ‘sí, fiesta loca para todos’. Nunca fueron mis palabras. Me quisieron desacreditar con la frase en el mensaje de que yo estas cosas las hago sola, me refiero a que yo siempre que tengo un trato con un futbolista, sea para que me pasen el equipo, para que me pasen las formaciones, para que me cuenten las internas, para tomar algo, para tener una cita, para salir, para lo que sea, yo me manejo sola, y en privacidad”, aclaró.

Luego indicó que esa noche “no estaba en mis cabales, en ningún momento estuve 100% lúcida, la cabeza por algunos momentos me respondía, pero el cuerpo no” y recordó que “ninguna víctima habla en el momento, esto es sabido, que a todas nos lleva un tiempo y un proceso hacerlo. Yo fui a trabajar el lunes y martes. Incluido el miércoles. No porque estaba bien, o porque nada había pasado, fue un mecanismo de defensa”. “Fui a mi ginecóloga el lunes en un ataque de angustia total, llorando y temblando, pidiendo por favor que me atiendan. Entonces ¿por qué voy así a la ginecóloga? Si a mí no me habían hecho nada, como dicen ellos, que fue todo consentido”, interrogó.

Asimismo, relató los chats con Sosa tras el encuentro en el hotel. "El señor Sosa me seguía manipulando por chat con que había sido un buen momento, con que no me amargue, con que él me ve siempre bien y yo ahí empiezo a atar un poco los cabos y le digo: 'Pero pará, ¿cómo podés haberme visto bien, si vos estaba durmiendo, entonces qué, me veías o dormías?'", cuestionó. También comentó que, luego del presunto ataque, Cufré y Florentín bajaron al casino: “En la cámara de seguridad se los ve abrazados y riéndose, como una victoria, por lo que me habían hecho. ¿Qué, lastimarme y agarrarme en un estado totalmente de vulnerabilidad en contra de mi voluntad, es como un trofeo?”, interpeló.

Por último, en respuesta al testimonio que indica que le facilitaron efectivo para poder irse del hotel, postuló: “¿Que yo pedí plata para volverme a mi casa? Yo no le pido plata a nadie, nunca en mi vida. O sea, eso es totalmente una mentira. La imagen mía de desatar de mi bombacha el fajo de plata, me genera repugnancia. Que me pagaron por lo que me han hecho o me querían callar por lo que me habían hecho: una de las dos cosas, seguro", increpó.

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