Máximo Thomsen rompió el silencio y apuntó contra Fernando Báez Sosa: "La víctima empezó la pelea"

El acusado de 24 años rompió el silencio en una entrevista televisiva desde la Alcaidía de Melchor Romero.

Actualidad 29/05/2024 Studio341News Studio341News
Máximo Thomsen

En una entrevista televisiva que ha sacudido el panorama mediático, Máximo Thomsen, imputado por el crimen de Fernando Báez Sosa, ha roto su silencio desde la Alcaidía de Melchor Romero. En diálogo exclusivo con el periodista Rolando Barbano para el programa Telenoche de El Trece, Thomsen ha relatado su versión de los hechos ocurridos en la fatídica noche del 18 de enero de 2020 en el boliche Le Brique de Villa Gesell.

Thomsen, protagonista involuntario de esta trágica historia, ha descrito cómo la situación se desencadenó. "Yo estaba agarrado de la barra, de espaldas a la pista, y siento que alguien se me había caído encima. Cuando me doy vuelta era Matías (Benicelli) que se estaba agarrando la cara porque le habían pegado, un seguridad lo agarró del cuello y lo levantó", detalla. Según su testimonio, la pelea comenzó cuando su amigo fue agredido por Fernando Báez Sosa, en un momento de confusión y violencia que culminó en tragedia.

El imputado se defiende de las acusaciones que lo señalan como el iniciador del conflicto. "A mí me pusieron como que yo me peleé en el boliche y nunca me peleé dentro del boliche", aclara. Según su versión de los hechos, la violencia estalló fuera del local, cuando Thomsen y sus amigos fueron sacados del lugar. "Cuando me sacan, me estaban asfixiando. Los de Seguridad me pegaron dos piñas en las costillas y una en la cabeza. Ahí es donde me quedo insultándolos en la puerta porque no me quería ir y, en ese momento, surge una pelea con otro grupo de pibes", relata.

El relato de Thomsen apunta hacia Enzo Comelli como el primero en agredir a Báez Sosa, y él mismo se defiende de las acusaciones que lo vinculan con la violencia mortal. "Yo no fui el que le pegó una patada en la cabeza, fue Ciro (Pertossi)", asegura. Además, Thomsen arremete contra su anterior defensa, liderada por Hugo Tomei, argumentando que desde el primer momento quiso contar toda la verdad pero se le negó la oportunidad.

Finalmente, entre lágrimas, Máximo Thomsen reflexiona sobre el peso de la culpa y la responsabilidad. "Es una vida, y nadie es quien para quitarle la vida a otra persona", concluye, en un momento cargado de emotividad y reflexión sobre las consecuencias irreparables de aquel fatídico suceso.

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