El agro mira al cielo: la sequía amenaza con otra cosecha complicada

El 45% de los lotes de maíz temprano, en condiciones regulares o malas, espera un milagro a mediados de enero, lo mismo que el 19% de la soja de primera.

Actualidad14/01/2025Studio341NewsStudio341News
Campo

Los productores agropecuarios de Santa Fe, el Litoral y Buenos Aires encienden velas a San Isidro Labrador mientras el clima sigue sin dar tregua. Las tormentas que podrían formarse de los centros de baja baja se perfilan como un posible alivio, aunque parcial, para las regiones más golpeadas por la de lluvias.

Zonas como Entre Ríos, la región la región pampeana, La Pampa, y el centro, norte, ocupándose y sudoeste de Buenos Aires un panorama desolador. Allí se concentra gran parte del maíz temprano, esencial para la producción de carne y leche en tambos y explotaciones ganaderas.

Sin embargo, un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario que reveló el 45% de los lotes de maíz temprano están en condiciones regulares o malas, mientras que el 19% de la soja de primera también muestra un estado crítico.

En los mercados internacionales, los operadores ya descuentan una menor oferta sudamericana y ajustando las cotizaciones al alza. Maíz y soja, dos pilares de la economía agrícola, se reflejan en el impacto de la sequía.

El calor no da respiro

El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que este primer domo de calor podría en solitario el inicio de una serie que se ha de hacer en solitario al menos a 12 provincias durante el verano. Regiones como la zona central pampeana y uruguaya permanecen bajo pronósticos desfavorables, hasta que en La Pampa y el sudoeste bonaerense la situación parece más alentadora.

La amenaza también se extiende al sur de Brasil y Paraguay, donde los cultivos se enfrentan a las extremas condiciones. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ya ajustó a la baja las estimaciones de producción para ambos países y Argentina debido estrés hídrico y las altas temperaturas.

En suelo argentino, la de las lluvias durante las primeras semanas de enero dejó huella. Los chaparrones brillaron por su ausencia, y los cultivos, en acciones de acción de desarrollo, sufren los efectos del calor y la sequía.

Preocupación en La Rural

En su primera reunión del año, la comisión directiva de la Sociedad Rural Argentina pintó un panorama sombrío: sequía persistente, crisis económica, retenciones y mercados internacionales complicados. La sequía, que en 2023 provocó pérdidas estimadas en 20.000 millones de dólares, sigue siendo el principal afán del sector.

Aunque algunas lluvias recientes permitieron cultivos espantosos como soja, maíz y girasol, el panorama no mejora. Si no llueve pronto, se pierde á mucho potencial de rendimiento, advierten los productores.

El sector agropecuario, vital para la economía nacional, enfrenta un inicio de 2025 cargado de incertidumbre. Entre el calor extremo, la falta de agua y las condiciones económicas adversas, el campo esperado, una vez más, que la naturaleza juegue a favor.

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