El drama de la salud del Papa Francisco: una noche al borde de la muerte y la apuesta por "intentarlo todo"

El médico Sergio Alfieri, del hospital Gemelli, reveló detalles sobre la grave infección respiratoria que sufrió el Papa Francisco y los momentos críticos en los que temieron por su vida. "Él sabía que quizá no sobreviviera".

Mundo25/03/2025Studio341NewsStudio341News
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El médico Sergio Alfieri, quien atendió al Papa Francisco durante su internación en el hospital Gemelli, reveló detalles impactantes sobre el momento más crítico de su salud. "Se tuvo que decidir entre parar y dejarlo ir o probar con todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo un riesgo muy alto", confesó en una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera.

Alfieri, que ya había operado al pontífice en otras ocasiones, aseguró que Francisco "sabía que podía morir" y que los presentes en la habitación tenían "lágrimas en los ojos". "Esto es malo", alcanzó a decir en ese instante crítico.

La noche más difícil

El peor momento de los 38 días que el Papa pasó internado por una neumonía bilateral fue el 28 de febrero, cuando sufrió un broncoespasmo severo. "Por primera vez vi lágrimas en los ojos de quienes lo rodeaban. Personas que lo quieren sinceramente, como a un padre", relató Alfieri.

"Todos sabíamos que la situación se había agravado y que existía el riesgo de que no lo lográramos", agregó el médico. En ese momento, se enfrentaron a una decisión límite: "Parar y dejarlo ir o intentar todo, con el riesgo de dañar otros órganos". Finalmente, optaron por esta última opción.

papa francisco

La decisión fue tomada por Massimiliano Strappetti, el médico personal del Papa. "Inténtalo todo, no te rindas", fueron sus palabras. Y nadie se rindió.

"Sabía que podía morir"

Alfieri aseguró que el Papa era completamente consciente de la gravedad de su estado. "Aquella noche fue terrible, él sabía, como nosotros, que quizá no sobreviviera. Pero desde el primer día nos pidió que le dijéramos la verdad sobre su condición".

Los médicos enfrentaron días críticos con el riesgo de afectar los riñones y la médula ósea. "Seguimos adelante y, por suerte, el organismo respondió", explicó el cirujano.

Sin embargo, hubo otro episodio crítico: "Mientras comía, vomitó y aspiró. Fue un momento verdaderamente peligroso, porque si no se lo rescata a tiempo, puede provocar una muerte súbita". Fue un instante de máxima tensión: "Pensamos que no lo lograríamos".

En medio de la angustia, un gesto quedó grabado en la memoria de Alfieri. "En el momento más difícil, me tomó la mano durante unos minutos, como buscando consuelo".

Recuperación y regreso al Vaticano

Pese a la gravedad de su estado, Francisco mostró su espíritu inquebrantable. "En cuanto se sintió mejor, pidió salir a dar una vuelta por la sala. Se desplazaba en silla de ruedas y, un día, salió de la habitación cinco veces", recordó el médico.

Incluso tuvo un gesto con quienes lo cuidaron. "Le dio dinero a un colaborador y ofreció pizza a todo el equipo médico que lo había asistido", contó Alfieri.

Cuando la recuperación avanzó, el Papa quiso volver a su residencia en Santa Marta. "Sigo vivo, ¿cuándo nos vamos a casa?", preguntó una mañana.

Respecto a su convalecencia, Alfieri advirtió que "debe evitar el contacto con grupos de personas y niños para prevenir nuevos contagios". Pero sabe que Francisco no es fácil de detener. "Él es el Papa, no somos nosotros los que podemos dictar su comportamiento", concluyó.

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