Córdoba: la ex dueña del bar advirtió hace más de una década sobre el peligro del edificio que colapsó y mató a un joven

Por el desmoronamiento, Ramiro Alaniz Cortes falleció. La anterior dueña del bar afectado hizo un primer reclamo en 2012.

Actualidad20/05/2025Studio341NewsStudio341News
Derrumbe

La tragedia que sacudió a Córdoba el fin de semana pasado, cuando un edificio se derrumbó y provocó la muerte de Ramiro Alaniz Cortes, un joven de 34 años, podría haberse evitado. Al menos eso sostiene Gabriela Manfredi, quien hace más de diez años denunció los riesgos estructurales del mismo edificio que terminó desplomándose.

Manfredi fue dueña del bar Manhattan, ubicado justo al lado de la obra que se desplomó, entre 2010 y 2012. Durante esos años, según contó, convivió con constantes desprendimientos de escombros y fallas en la construcción del edificio contiguo. “Una vez, una clienta estaba tomando un café en la vereda y le cayó un ladrillo”, recordó.

La situación, según relató, se volvió insostenible. “Yo veía que era un edificio que se estaba construyendo mal. Se desprendían ladrillos todo el tiempo. Si no tenían cuidado con los transeúntes ni con sus empleados, imaginate cómo estaba construido el edificio. Un horror”, dijo en diálogo con El DoceTV.

Tras años sin respuestas ni medidas, decidió cerrar el bar. Ahora, más de una década después, se enteró con dolor del derrumbe fatal. “Esta es una muerte que se podría haber evitado. Mi mayor respeto a la familia del chico muerto. El sábado vine hasta acá porque no lo podía creer, me dejó impactada. Podría haber sido yo la que estuviera en ese lugar”, se lamentó.

En aquel momento, Manfredi demandó a la empresa constructora por mala praxis y negligencia. La Justicia le dio la razón, pero los riesgos siguieron latentes. El desenlace, finalmente, fue trágico.

Tras el derrumbe, la Fiscalía de Instrucción del Distrito 1 Turno 5 tomó intervención. Dispuso una serie de peritajes para esclarecer qué originó el colapso estructural. Entre las medidas, solicitó la colaboración técnica de la Universidad Tecnológica Nacional, que ahora deberá elaborar un informe sobre las causas del siniestro.

También intervino el Gabinete de Reconstrucción Criminal de la Policía Judicial, que realizó un relevamiento con drones del edificio colapsado y las construcciones vecinas. A la par, se tomaron testimonios de las víctimas y de los testigos presenciales.

Mientras tanto, el dolor por la muerte de Alaniz Cortes se mezcla con la indignación por una advertencia que, según denuncian, nadie quiso escuchar.

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