Tras la suba del Brent por el conflicto en Medio Oriente, las petroleras remarcaron hasta 5,5%, pero YPF todavía no movió sus precios

Días después de que el resto de las petroleras decidieran incrementos del 5% por la guerra en Medio Oriente, la empresa aún define su estrategia.

Actualidad26/06/2025Studio341NewsStudio341News
YPF

Luego del estallido de la guerra entre Israel e Irán, las principales petroleras que operan en el país aplicaron un nuevo aumento en sus combustibles, que promedió el 5,5%. Todas, menos una: YPF, la empresa de mayoría estatal que lidera el mercado, todavía no actualizó sus precios y mantiene en suspenso una decisión que podría modificar el escenario del sector.

La diferencia de precios ya supera el 10% respecto a sus competidoras, lo que tensiona la dinámica en el mercado de los surtidores. “Estamos evaluando qué hacer en función de la volatilidad del barril de estos días”, justificaron desde la compañía, mientras en las demás firmas remarcan que el litro de nafta ya arrastraba un atraso de hasta el 15% previo al conflicto y que la suba aplicada fue en línea con la reciente trepada del crudo.

El Brent, referencia para el mercado local, mostró fuertes oscilaciones en los últimos días: de USD 60 a principios de mayo trepó a USD 79 el fin de semana del recrudecimiento bélico, para luego retroceder hasta los USD 67 tras un nuevo alto el fuego.

En YPF evaluaban antes del conflicto que el barril se estabilizaría en torno a los USD 70, pero ahora entienden que el alza fue un “overshooting” momentáneo. El problema, dicen en el sector, es que la demora en mover los precios dejó a la estatal con una brecha de más del doble respecto al resto de las estaciones.

“Con el Brent a USD 70,52 y el dólar mayorista en $1.170, el barril local costaba $82.508, un 13% más caro que a fines de mayo”, explicó un ejecutivo de una de las principales refinerías. Y fue más allá: “¿Sorpresa por una suba del 5%? Lo que sorprende es que sorprenda”.

Otra fuente del sector calculó que con el barril en USD 68 todavía persiste un atraso del 5% promedio para cubrir costos. También apuntaron que entre abril y junio los precios de los combustibles, netos de impuestos, se mantuvieron prácticamente congelados, incluso durante los picos del crudo.

La tensión entre el mercado y la política

YPF suele funcionar como un ancla para el resto del mercado. Pero no siempre. En diciembre pasado, días después del cambio de Gobierno, fueron las privadas las que se adelantaron en los aumentos y la estatal las siguió.

Hoy, esa cautela juega a favor del plan oficial. Con junio en su última semana, la decisión de no convalidar aumentos le sirve al Gobierno de Javier Milei para apuntalar su objetivo de mostrar una inflación a la baja y un Índice de Precios al Consumidor en torno al 1%.

Aun así, desde la petrolera que preside Horacio Marín insisten en que la política de precios es “a mercado”, y recuerdan que el Ejecutivo también tiene herramientas para incidir, como el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), cuya actualización está siendo demorada por el oficialismo para evitar un mayor impacto en los surtidores.

En mayo, YPF recortó 4% sus precios y las demás compañías acompañaron. Ese movimiento tuvo efecto directo en la inflación, que marcó 1,5% ese mes. Combustibles y lubricantes representa el 3,6% del índice que mide el Indec, con impacto directo en logística y precios de productos básicos.

Una nueva estrategia en camino

En paralelo, YPF avanza con una nueva estrategia de “micro pricing”, que le permitirá modificar precios en tiempo real a través del uso de inteligencia artificial, según múltiples variables del mercado.

La pregunta que sobrevuela el sector es si, frente al salto del Brent y la presión de sus competidoras, la petrolera de bandera mantendrá su rol de ancla... o si está a punto de soltarlo.
 

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