Tensión, gritos y once horas de espera: el escándalo entre Wanda Nara e Icardi por sus hijas

Wanda Nara vivió un día agitado y cargado de tensión en el exclusivo complejo Chateau de Avenida del Libertador, donde reside, cuando Mauro Icardi se presentó para buscar a sus hijas, Francesca e Isabella, tal como lo dispuso la Justicia. La escena derivó en una larga jornada que incluyó desde la intervención de la Policía hasta la asistencia del SAME, en medio de una crisis nerviosa de la mediática.

Fueron más de once horas de incertidumbre hasta que finalmente las niñas fueron entregadas a su padre. En ese tiempo se vivieron momentos de llanto, gritos y desconcierto, tanto por parte de Wanda como de las menores, que no comprendían del todo lo que estaba ocurriendo. Incluso, en el entorno se hablaba del temor de que el futbolista intentara llevárselas a Turquía, donde juega actualmente.

El episodio terminó pasadas las 22, cuando finalmente Icardi se retiró con sus hijas. Pero la historia no terminó ahí. A las 4.23 de la madrugada, y en lo que pareció ser un desahogo virtual, Wanda se pronunció en su canal de WhatsApp: “Qué día largo, gracias por el aguante de siempre”, escribió. A pesar del horario, el mensaje superó las tres mil reacciones, con emoticones de abrazo como respuesta habitual.

Durante todo el proceso, Wanda estuvo acompañada por una amiga y una empleada doméstica. Según trascendió, si bien manifestó su intención de cumplir con la orden judicial, pretendía hacerlo "bajo sus propias condiciones", algo que fue interpretado por el entorno legal como una maniobra dilatoria.

Las niñas permanecerán con su padre hasta el 4 de julio, fecha en la que regresarán con su madre, justo antes de que Icardi retome su actividad en Estambul. El conflicto, sin embargo, deja abierta la puerta a nuevos capítulos en una relación cada vez más tirante.