Un hallazgo único en Neuquén: descubren una nueva especie de dinosaurio de 18 metros y más de 10 toneladas

"Astigmasaura genuflexa" era un herbívoro cuadrúpedo de cuello y cola larga, medía unos 18 metros de largo y pesaba más de 10 toneladas.

General03/07/2025Studio341NewsStudio341News
Dinosaurio

Un equipo de investigadores del CONICET, junto a colegas de otras instituciones nacionales, realizó un descubrimiento impactante en el corazón de la Patagonia: los restos fósiles de un dinosaurio hasta ahora desconocido para la ciencia. El hallazgo tuvo lugar en el departamento de Añelo, en la provincia de Neuquén, y se trata de una nueva especie de saurópodo de la familia de los rebaquisáuridos, un grupo de dinosaurios herbívoros que habitaron la región hace unos 95 millones de años.

La flamante especie fue bautizada Astigmasaura genuflexa y presentada en la prestigiosa revista Cretaceous Research. Según explicaron los científicos, se trataba de un gigantesco cuadrúpedo de cuello y cola larga, que medía unos 18 metros y superaba las 10 toneladas de peso.

Dinosaurios 3

El nombre elegido no es casual: Astigmasaura, que en latín significa “sin signos”, hace alusión al paraje El Orejano, donde fue encontrado el fósil, y a la expresión popular que define a los animales “sin dueño”. El nombre de la especie, genuflexa, refiere a la posición en la que fue hallado el ejemplar: arrodillado, con ambas patas traseras dobladas.

Los investigadores del CONICET destacaron que el fósil presentaba vértebras de la cola con prolongaciones óseas muy altas, tanto hacia arriba como hacia los costados. A su vez, los arcos hemales —los huesos que protegen el sistema nervioso y circulatorio bajo la cola— mostraban una diversidad sorprendente: algunos alargados y rectos, otros con forma de bota o de estrella. También llamaron la atención las patas esbeltas y los dedos de los pies, anchos y aplanados.

“Es la primera vez que se encuentra la parte posterior completa de un dinosaurio rebaquisáurido, con ambos miembros traseros, la cadera y la mitad de la cola perfectamente preservados”, explicó Flavio Bellardini, primer autor del estudio. Y agregó: “Esto nos permite aclarar aspectos de la anatomía de un grupo que sigue siendo bastante enigmático. Además, se trata de una de las últimas especies antes de su extinción, hace aproximadamente 90 millones de años, por lo que es clave para entender la fase final de la historia evolutiva de los rebaquisáuridos en Patagonia”.

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El descubrimiento fue posible gracias a una denuncia fortuita realizada en 2017 por operarios petroleros del yacimiento GASNOC YPF, en El Orejano. Los especialistas explicaron que el esqueleto, casi completo y articulado, apareció en los niveles inferiores de la Formación Huincul, un ambiente dominado por ríos de curso sinuoso y meandroso.

“Los huesos fueron transportados por una corriente de baja energía hasta quedar varados en una barra arenosa del antiguo río. Con el tiempo, el cuello, la espalda, las patas delanteras y parte de la cola fueron arrastrados, pero una repentina crecida sedimentó lo que quedaba, permitiendo su conservación”, detalló Bellardini.

Las excavaciones para rescatar este tesoro paleontológico no fueron tarea sencilla: demandaron cinco campañas de campo y más de treinta días de trabajo intenso bajo el sol patagónico.

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