Nueva metodología respaldada por el FMI y las provincias para reflejar cambios en el consumo argentino

El Instituto se encuentra amoldando los precios a relevar y las ponderaciones de acuerdo con la última encuesta de consumos que data de 2018. El índice vigente lo hace sobre la de 2004.

Curiosidades19/03/2024Studio341NewsStudio341News
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Esta ambiciosa empresa, que implica un avance desde la encuesta realizada entre 2004 y 2005 hasta la más reciente de 2017-2018, busca no solo ponderar las cantidades sino también los tipos de bienes y servicios que conforman la realidad cotidiana de los argentinos.

Es fundamental destacar que la metodología adoptada no responde a caprichos, sino que ha sido objeto de análisis y consensos tanto a nivel nacional como internacional. El respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de las provincias argentinas subraya la seriedad y rigurosidad con la que se ha abordado este proceso.

El organismo multilateral, con su vasta experiencia en materia estadística, ha brindado asesoramiento técnico al INDEC, contribuyendo así a fortalecer los fundamentos de esta importante iniciativa.

En este contexto, la base de datos utilizada será la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 2017-2018, una herramienta que reemplazará a la utilizada hasta el momento, correspondiente al período 2004-2005.

"Desde hace un año, se ha iniciado el arduo trabajo de construir la nueva canasta del IPC, tomando como referencia los valiosos resultados de la ENGHO 2018, tal como está previsto en nuestros planes de trabajo", aclararon fuentes del instituto estadístico.

Aunque aún no se ha establecido una fecha precisa para la presentación y adopción del nuevo índice, se estima que podría ver la luz durante el segundo semestre del año en curso. Previo a su implementación definitiva, se llevarán a cabo dos meses de pruebas adicionales, garantizando así la máxima precisión y fiabilidad del indicador.

Además, es importante destacar que la ENGHo no solo contribuye al cálculo de las ponderaciones del IPC, sino que también es una herramienta fundamental para la actualización de las estructuras de las canastas de bienes y servicios, así como para estimaciones de las cuentas nacionales y el diseño de políticas públicas que impactan directamente en la calidad de vida de la población.
 
 
 
 
 

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