Julian Assange vuelve a Australia tras declararse culpable de espionaje en EE.UU.

Al arribar saludó a los medios de comunicación y a sus seguidores antes de besar apasionadamente a su esposa, Stella y abrazar a su padre.

Mundo26/06/2024Studio341NewsStudio341News
Julian Assange

Julian Assange, fundador de WikiLeaks, arribó hoy a Australia en medio de gran expectativa, luego de admitir su culpabilidad por violar la ley de espionaje de Estados Unidos en un acuerdo que pone fin a una prolongada batalla legal de 14 años.

El avión privado que transportaba a Assange aterrizó en el aeropuerto de Canberra alrededor de las 19:30 horas (09:30 GMT), donde fue recibido por medios de comunicación, seguidores y, especialmente, por su esposa Stella, a quien besó apasionadamente levantándola del suelo, y abrazó a su padre antes de dirigirse hacia la terminal con su equipo jurídico.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, quien ha abogado por la liberación de Assange durante años, reveló haber conversado telefónicamente con él tras su llegada.

"Tuve una charla muy cordial con él esta tarde; fue muy elogioso respecto a los esfuerzos del Gobierno australiano", afirmó Albanese en una conferencia de prensa. "Este no es un acontecimiento de último momento. Ha sido el resultado de una consideración paciente y meticulosa, una muestra de cómo actuamos en Australia. El Gobierno defiende a los ciudadanos australianos, eso es lo que hacemos".

La liberación de Assange marca el fin de una saga legal que incluyó más de cinco años en una prisión británica de alta seguridad y siete años de asilo en la embajada ecuatoriana en Londres, mientras luchaba contra la extradición a Suecia por acusaciones de agresión sexual, y posteriormente a Estados Unidos, donde enfrentaba 18 cargos criminales.

Estos cargos derivan de la publicación, por parte de WikiLeaks en 2010, de cientos de miles de documentos militares clasificados sobre las guerras de Estados Unidos en Afganistán e Irak, una de las mayores filtraciones de información secreta en la historia estadounidense.

En una audiencia que duró tres horas, Assange admitió su culpabilidad en un cargo de conspiración para obtener y divulgar documentos clasificados de defensa nacional de Estados Unidos, aunque argumentó que creía que la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege la libertad de expresión, amparaba sus acciones.

"Como periodista, alenté a mi fuente a proporcionar información que se decía clasificada para su publicación", declaró ante el tribunal. "Creía que la Primera Enmienda protegía esa actividad, aunque acepto que fue... una violación del estatuto de espionaje".

La jueza principal de distrito de Estados Unidos, Ramona V. Manglona, aceptó su admisión de culpabilidad y lo dejó en libertad, señalando que el Gobierno de Estados Unidos no reportó víctimas personales debido a las acciones de Assange.

La jueza le deseó a Assange, quien cumplirá 53 años el próximo 3 de julio, un feliz cumpleaños anticipado al liberarlo, considerando el tiempo que ya había pasado en prisión en el Reino Unido.

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Julian Assange, entre héroe y villano: polémica y divisiones tras su liberación

Mientras el Gobierno de Estados Unidos lo tacha de imprudente por revelar nombres de agentes y poner sus vidas en peligro, Julian Assange es aclamado por sus partidarios como un defensor de la libertad de expresión y un denunciante de crímenes de guerra.

"Creemos firmemente que el señor Assange nunca debería haber sido acusado bajo la Ley de Espionaje por participar en una actividad que los periodistas realizan todos los días", declaró Barry Pollack, abogado estadounidense de Assange, a las puertas del tribunal, asegurando que el trabajo de WikiLeaks continuará.

En tanto, Jennifer Robinson, su abogada británica y australiana, agradeció al Gobierno australiano por años de diplomacia para asegurar la liberación de Assange. Su padre, John Shipton, expresó su alivio a Reuters: "Que Julian pueda volver a casa en Australia, ver a su familia y disfrutar de la vida cotidiana es un tesoro", comentó desde Canberra, donde aguardaba el regreso de su hijo.

"Es un gran alivio para Julian, su familia, amigos y seguidores, y para todos los que creen en la libertad de expresión en el mundo, que ahora pueda reunirse con su familia en Australia", agregó Shipton, destacando "la belleza de lo ordinario".

Assange se había declarado culpable de un único cargo penal, según documentos presentados ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para las Islas Marianas del Norte. Este territorio estadounidense en el Pacífico fue elegido debido a la oposición de Assange a viajar al continente americano y su proximidad a Australia, según los fiscales.

Los políticos australianos que hicieron campaña por su liberación expresaron su preocupación por la declaración de culpabilidad en suelo estadounidense, calificándola como un ataque a la labor periodística.

"Es un precedente alarmante, algo que esperaríamos ver en un país autoritario o totalitario", afirmó Andrew Wilkie, legislador independiente que encabezó un grupo parlamentario en defensa de Assange.

Assange pasó más de cinco años en una de las cárceles más duras del Reino Unido, según la jueza Manglona, y siete años en la embajada de Ecuador en Londres, luchando contra su extradición. Durante su confinamiento en la embajada, tuvo dos hijos con Stella, una de sus abogadas, con quien se casó en 2022 en la prisión londinense de Belmarsh.

La figura de Assange sigue generando divisiones, mientras el mundo debate el equilibrio entre seguridad nacional y libertad de expresión.

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