Aunque la economía da señales de repunte, cae el consumo masivo: fuerte retroceso en carne vacuna

Un consultor experto en el consumo de cortes porcinos explicó cuál es el movimiento de precios y demanda.

Actualidad30/04/2025Studio341NewsStudio341News
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El bolsillo ajusta y las góndolas lo reflejan. Pese a algunos indicadores de recuperación económica, el consumo masivo en la Argentina no repunta, y el golpe más fuerte se siente en los sectores más vulnerables. Un caso paradigmático es el de la carne vacuna, que sigue en caída.

"La carne vacuna ha recuperado este año todo lo que había perdido el año pasado, pero el cerdo recuperó mucho menos", explicó el consultor Juan Uccelli, especialista en consumo de carne porcina. Según detalló, el poder adquisitivo continúa en baja y la diferencia de precios entre las carnes se amplía: en algunos cortes, el asado cuesta hasta un 50% más que el pechito de cerdo.

“Con un kilo de asado comprás dos kilos de cerdo”, graficó Uccelli.

Carne porcina: precios estancados y productores en alerta

Mientras el precio de la carne vacuna subió un 2,5% en abril, el del cerdo se mantuvo prácticamente sin cambios. Pero el dato más preocupante es que el productor no vio ni un peso más: “No aumentó absolutamente nada”, señaló Uccelli, y alertó que criar un cerdo durante seis meses hoy no genera beneficios.

A esto se suma un dato clave: las carnes y los lácteos explican el 75% de la inflación en alimentos en abril, según estimaciones del sector.

Importaciones: el cerdo brasileño gana terreno en el mercado local

Otro frente que golpea al sector porcino es el ingreso de carne importada. Desde diciembre, las importaciones de cerdo desde Brasil superan las 5.000 toneladas mensuales. Esto afecta especialmente a cortes como la bondiola, muy valorados por el consumidor local.

“Lamentablemente ha aumentado mucho”, advirtió Uccelli, y apuntó que la carne brasileña compite en precio, aunque se considera un producto de segunda en su país de origen.

Aunque aclaró que no hay diferencias en la calidad –ambos países alimentan a sus animales con maíz y soja– sí las hay en la presentación: en Argentina la carne llega fresca; la importada, congelada. Y eso pesa en la decisión del consumidor.

El éxodo de productores y una rentabilidad que pende de un hilo

El panorama del sector porcino es crítico: en el último año salieron del sistema 1.500 productores. Según Uccelli, hoy la rentabilidad es mínima pero positiva gracias al bajo precio internacional del maíz y la soja.

“Los números dan, pero muy justito”, advirtió. Y cerró con una advertencia: “Todo puede cambiar de golpe si se mueve el dólar o cambia la presión impositiva”.

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