"Guille" Cantero, líder de Los Monos, imputado como jefe de la barra brava de Newell’s

También fueron acusadas otras diez personas que integran la facción oficial y la disidente, que se disputaron a los tiros el manejo del paraavalanchas leproso el año pasado.

Policiales10/01/2025Studio341NewsStudio341News
Guille Cantero

Ariel Máximo “Guille” Cantero, el temido líder de Los Monos, fue imputado por primera vez como jefe de la barra brava de Newell’s Old Boys, un vínculo que ya había sido mencionado en audiencias judiciales previas en Rosario. En una extensa audiencia celebrada este viernes en el Centro de Justicia Penal, fiscales provinciales acusaron también a diez personas relacionadas con la facción oficial y la disidente de la barra, que el año pasado disputaron violentamente el control del paraavalanchas del equipo rojinegro.

Los fiscales Adrián Spelta, Franco Carbone y Luis Schiappa Pietra sostuvieron ante el juez Fernando Sosa que Cantero decide desde el penal de Marcos Paz –donde cumple una condena de 132 años– quiénes lideran la barra brava. Según los investigadores, estos líderes deben rendir cuentas económicas a “Guille” por los beneficios obtenidos del club, que incluyen ingresos por entradas, ropa deportiva y otras actividades paralelas.

Negocios ilícitos y conexiones con el club

De acuerdo a la acusación, los dirigentes de Newell’s entregaban por partido local alrededor de un millón y medio de pesos, 1.700 entradas de protocolo y entre 10 y 20 prendas deportivas. Además, la barra recauda dinero de los estacionamientos cercanos al estadio y de los carritos de comida rápida en el Parque Independencia. Estas ganancias eran gestionadas bajo las directivas de Cantero, transmitidas a través de su primo, Diego Gabriel Cantero, alias “Maradona”, quien actuaba como intermediario entre el jefe de Los Monos y los líderes de la barra.

En el banquillo de los acusados también estuvieron figuras clave como Leandro “Pollo” Vinardi, Sabrina Barrías, Emir Rodríguez, y otros miembros vinculados a las facciones oficial y disidente.

El “Pollo” y el conflicto con los disidentes

Vinardi, un histórico aliado de Cantero y líder de la facción oficial, dirigía la barra desde el penal de Ezeiza con apoyo de su pareja, Sabrina Barrías, y el hijo de ella, Emir Rodríguez. La fiscalía los acusó de extorsionar a dirigentes del club y protagonizar episodios de violencia, como la explosión de una bomba de estruendo en el partido contra Independiente Rivadavia en julio pasado.

Por otro lado, la facción disidente, encabezada por Alejandro “Rengo” Ficcadenti, buscaba desplazar a Vinardi para asumir el control. Según la investigación, Ficcadenti ofreció mayores beneficios económicos a Cantero y llegó a intimidar a familiares de Ángel Di María en un intento de consolidar su liderazgo.

Una guerra a tiros

La disputa por el poder dejó un rastro de violencia en Rosario. En marzo pasado, sicarios enviados por Ficcadenti balearon el domicilio de Luciano “Lucho” Gallardo, un gerente clave de Vinardi, hiriendo a su hijastro. En paralelo, Óscar “Torrasa” Mauro y otros miembros del grupo disidente perpetraron ataques a domicilios de rivales.

La guerra interna por el control de la barra terminó en julio, cuando Diego Cantero anunció que, por decisión de “Guille”, Vinardi continuaría al frente del negocio. Este fallo consolidó el dominio de Los Monos sobre la barra brava rojinegra y dejó en evidencia el entramado criminal que rodea al fútbol argentino.

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