El Papa Francisco sufrió una caída, pero pudo cumplir su agenda

El papa Francisco sufrió este jueves una caída que le provocó una contusión en el antebrazo derecho. Sin embargo, el Vaticano confirmó que no hubo fracturas, y el Pontífice pudo llevar adelante las audiencias programadas para el día.

"Esta mañana, debido a una caída en la casa de Santa Marta, el papa Francisco sufrió una contusión en el antebrazo derecho, sin fracturas. El brazo fue inmovilizado como medida de precaución", informó la Santa Sede en un comunicado oficial.

Pese a la lesión, el Sumo Pontífice continuó con su rutina y recibió en el Palacio Apostólico Vaticano a una delegación de Albania encabezada por Dede Edmond Brahimaj, líder mundial de los musulmanes Bektashi. Durante el encuentro, Francisco destacó la importancia del diálogo interreligioso.

Un llamado a la reconciliación y la paz

"El diálogo interreligioso tiene un papel único en la construcción de un futuro de reconciliación, justicia y paz", aseguró el Papa en su discurso.

En este contexto, Francisco instó a rechazar "la lógica de la violencia y la discordia" y a promover "el encuentro, la amistad y la colaboración en la búsqueda del bien común".

El Pontífice también subrayó la relevancia de los líderes religiosos en la promoción de la esperanza: "Cada vez que los líderes religiosos se reúnen en un espíritu de estima mutua y se comprometen con la cultura del encuentro, a través del diálogo, la comprensión mutua y la cooperación, se renueva y se confirma nuestra esperanza en un mundo mejor y más justo".

Una invitación a la unidad

El Papa destacó que las creencias religiosas deben servir como un puente para alcanzar valores fundamentales. "Nuestras creencias religiosas nos ayudan a abrazar más claramente estos valores fundamentales, propios de nuestra humanidad común, permitiendo que las diferentes voces formen juntas un canto noble y armonioso", reflexionó.

Finalmente, el Santo Padre subrayó la necesidad de fortalecer el diálogo interreligioso en el contexto actual. "A pesar de los desafíos del presente, el diálogo interreligioso tiene un papel único en la construcción de un futuro de reconciliación, justicia y paz que los pueblos del mundo y, especialmente los jóvenes, desean", concluyó Francisco.