Importaciones al rojo vivo: suben 50% y la industria metalúrgica siente el golpe doble de la recesión y los aranceles

Las fábricas viven un escenario que mezcla la sustitución de procesos completos de producción por importaciones con una recesión que sigue golpeando.

Actualidad24/04/2025Studio341NewsStudio341News
Industriales

Los números sorprenden. Enteros, como vienen: ascensores, montacargas, sembradoras, maquinaria para la industria láctea. La importación de equipos industriales se disparó un 50% interanual en marzo. Y en algunos rubros, el crecimiento es directamente exponencial: hay productos que quintuplicaron las cantidades ingresadas hace apenas un año.

La radiografía de la industria metalúrgica muestra un escenario inquietante. Mientras la fundición —eslabón clave de la cadena— sigue en recesión, el consumo interno no reacciona, y el combo se completa con el golpe de los aranceles de Donald Trump que impactan en materiales esenciales como el acero y el aluminio.

El aumento no es parejo, pero sí constante. Las herramientas y materiales industriales subieron 30%. A eso se suma un dólar mayorista a $1.060, que resulta $30 más barato que hace un mes y le da ventaja a quienes compran en el exterior. “Es un tipo de cambio barato que favorece un modelo extractivista”, explicó a Clarín una voz de peso en el sector.

Los ejemplos sobran. La importación de maquinaria para la industria lechera creció 70%. Las máquinas agrícolas, 84,9%. Los aparatos de elevación (como ascensores y montacargas), un impactante 232,8%. Y la maquinaria vial autopropulsada, un 398,8%.

Industria nacional: entre la retracción y la sustitución

La lectura desde adentro del sector es crítica. Las fábricas que producen máquinas y herramientas ven cómo se reemplaza producción nacional por bienes importados. El Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), aseguran, dejó solo un 20% del negocio para proveedores locales. Y la Ley Pyme, dicen, está en un cajón.

“Hoy el agro, el gas y el petróleo —tradicionales motores de la industria— funcionan como plataformas extractivas. No hay impulso real a la industria nacional”, sostuvo la misma fuente.

El panorama es dispar. Hay fábricas que directamente dejaron de producir ciertas piezas para importarlas, y otras que reconvirtieron su negocio a la distribución. Según datos de ADIMRA, la actividad metalúrgica creció 2,9% interanual en marzo, pero cayó 1,3% respecto a febrero. Y sigue 10% por debajo del promedio de 2023, tras un año que cerró con un retroceso acumulado del 12,1%.

En perspectiva, el retroceso es aún más marcado: hace una década, las metalúrgicas Pyme exportaban cerca de US$ 10.000 millones por año. Hoy, apenas aspiran a vender al exterior US$ 4.000 millones.

Estados Unidos aprieta: se vienen los aranceles

El panorama se complica aún más con el regreso de los aranceles desde Estados Unidos. “Hay empresas que enfrentan un doble golpe: el 25% de arancel sobre acero y aluminio y el nuevo paquete que anunció Trump tras el período de gracia de 90 días”, explicaron fuentes del sector. El caso más claro: firmas cordobesas que exportan el 60% de su producción al país del norte.

La parte más golpeada es la fundición. La demanda cayó 11% interanual y la actividad promedia apenas un 51%, según un informe de CIFRA. El 47,2% de las empresas achicó personal, mientras que solo un 2,8% reportó una leve mejora. “Un escenario contractivo, coherente con la baja utilización de la capacidad instalada”, sintetiza el documento.

empleo grafico

ADIMRA toma protagonismo en la UIA

En este contexto, el sector metalúrgico busca mayor visibilidad. Elio Del Re, titular de ADIMRA, fue reelegido y asumirá como vicepresidente Pyme en la UIA. Un lugar que históricamente no ocupaban representantes de cámaras, sino delegados internos de la central fabril.

Del Re llega con el aval de un sector compuesto en un 90% por pequeñas y medianas empresas de capital local. Y con un mensaje claro: las Pymes sienten distinto el impacto de la inflación, el consumo retraído y la recuperación industrial que no llega a todos.

“Los que siguen apostando a la producción temen volver a vivir los ’90: despidos, cierres, costos imposibles y ventas en picada”, resumió un industrial del sector.

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete gratis al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email