Financiar un auto vuelve a estar en carrera: bancos relanzan créditos con montos altos y cuotas largas

En un contexto en el que renovar el auto —ya sea nuevo o usado— parece cada vez más cuesta arriba, la financiación vuelve a escena como una herramienta clave. Varias entidades bancarias decidieron reactivar o potenciar sus líneas de crédito para vehículos, con propuestas que incluyen montos elevados, plazos extensos y tasas que varían según el perfil del cliente.

Una de las opciones más completas es la que ofrece el Banco Santander. A través de su plataforma digital SuperMovilidad, los usuarios pueden acceder a más de mil publicaciones de autos nuevos y usados de concesionarios oficiales. La herramienta permite financiar hasta el 85% del valor del vehículo, elegir plazos que van de 22 a 60 meses y saber al instante si el préstamo fue aprobado. ¿Los números? Los montos arrancan desde los $2.000.000, con una TNA del 73,9%, una TEA del 104,86% y un Costo Financiero Total (CFTEA) del 136,89%, según simulaciones del banco.

El Banco Nación, por su parte, ofrece una línea pensada especialmente para clientes que cobran sus haberes a través de su red. Los préstamos personales pueden alcanzar los $50.000.000, con plazos de hasta 72 meses y una condición: la cuota no debe superar el 35% del ingreso neto mensual del solicitante. Se aplica el sistema de amortización francés, con cuotas constantes, y una TNA del 57%, TEA del 74,52% y un CFT del 95,54%.

El Banco Galicia suma una propuesta diferente: créditos en dólares para la compra de pick-ups y utilitarios. Con una TNA desde el 10% y plazos de hasta 60 meses, esta línea está disponible únicamente a través de concesionarios oficiales asociados.

Otra alternativa la ofrece el Banco Ciudad, con préstamos personales de libre destino que pueden destinarse a la compra de un 0 km. En este caso, los montos van desde los $10.000.000 hasta los $100.000.000, con un plazo máximo de 72 meses y una TNA desde el 58%. Al no estar atado a una operación específica, el crédito permite una negociación más flexible con concesionarios o vendedores particulares.

En un escenario económico que obliga a mirar los números con lupa, la financiación bancaria se consolida como un aliado fundamental para quienes necesitan movilidad, ya sea por cuestiones personales, familiares o laborales.