Argentina Explora Ingresar al Grupo BRICS: Oportunidades y Desafíos

BRICS: ¿Qué implica esta incorporación?

Mundo28/09/2023Studio341NewsStudio341News
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Buenos Aires, Argentina – La incorporación de Argentina a los BRICS es un hecho inminente. Esta decisión ha generado un intenso debate en el ámbito político y económico en nuestro país. En esta nota, exploraremos la historia de los BRICS, los posibles beneficios y riesgos de la incorporación de Argentina, y las opiniones de los líderes políticos argentinos sobre esta propuesta.

Una Breve Historia de los BRICS

Los BRICS son un grupo económico, político y social que se formó inicialmente bajo el acrónimo BRIC en 2001, gracias al economista británico Jim O'Neill, quien agrupó a las principales economías emergentes del mundo. Sin embargo, no fue hasta 2008 que estos países asumieron oficialmente esta idea. El grupo originalmente consistía en Brasil, Rusia, India y China. En 2006, estos países comenzaron a colaborar en asuntos económicos y políticos y celebraron su primera reunión ministerial. Para 2009, se llevaría a cabo la primera cumbre oficial en Ekaterimburgo, Rusia.

En 2010, Sudáfrica se unió al grupo, que pasó a llamarse BRICS, y en 2011, comenzó a formar parte oficialmente del bloque. Desde entonces, los BRICS han celebrado cumbres anuales y han establecido su propio banco de desarrollo, el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), que financia proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los países miembros y en otras naciones en desarrollo.

Posibles Beneficios y Riesgos para Argentina

La incorporación de Argentina al grupo BRICS representaría un paso significativo en su política exterior y económica, abriendo nuevas oportunidades y desafíos. Los beneficios incluyen:

Cooperación económica y comercial: Argentina podría aumentar su cooperación económica y comercial con los Estados miembros del grupo, especialmente en sectores como la agricultura y la minería.

Acceso a financiamiento ventajoso: La membresía en los BRICS permitiría a Argentina acceder a créditos con condiciones más favorables a través del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), lo que sería especialmente beneficioso para proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible.

Mayor influencia global: Argentina podría aumentar su influencia en las decisiones globales y trabajar en la resolución de problemas internacionales junto con los Estados miembros del BRICS.

Apoyo en el conflicto por las Islas Malvinas: La adhesión al BRICS podría fortalecer los lazos diplomáticos de Argentina y potencialmente avanzar hacia una solución diplomática en el conflicto de las Islas Malvinas. Vale la pena mencionar que el grupo se ha procurado a favor de la soberanía de la Argentina por sobre las Islas.

Sin embargo, esta decisión de adhesión también conlleva riesgos, tales como:

Cambios en la política exterior: Argentina podría cambiar su política exterior al fortalecer sus lazos con países que tienen relaciones tensas con Occidente, como Rusia y China.

Dependencia económica: Aunque podría aumentar el comercio con los socios del BRICS, Argentina podría enfrentar una mayor competencia en los mercados internacionales.


Riesgos geopolíticos: Argentina podría verse involucrada en tensiones geopolíticas más amplias al unirse al BRICS, especialmente en lo que respecta a la relación con China y Rusia y cómo puede incidir en las relaciones con Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional.

Cambios políticos internos: La membresía en el BRICS podría ser revertida por un cambio de gobierno, lo que agrega incertidumbre a la situación.

Las Opiniones de los Candidatos a la Presidencia

Los principales líderes políticos de la oposición en Argentina tienen opiniones diversas sobre la incorporación al BRICS:

Patricia Bullrich, candidata a presidente de Juntos por el Cambio, se opone firmemente al ingreso de Argentina a los BRICS, argumentando que el país no debería comprometerse en un bloque que incluye naciones con las que Argentina tiene conflictos históricos.

Javier Milei, candidato presidencial de La Libertad Avanza, también se opone a la incorporación de Argentina al BRICS, argumentando que el país debería alinearse geopolíticamente con Estados Unidos e Israel en lugar de naciones "comunistas". De hecho, va un paso más allá y, si bien dice que cada empresa tendrá la libertad de comerciar con quien quiera, explicitó: “no voy a hacer pactos con comunistas”.

Sergio Massa, en un encuentro con líderes empresariales, respaldó firmemente la adhesión de Argentina al grupo BRICS y los pactos económicos establecidos con China. Enfatizó que "si cortamos esos lazos, ¿de dónde vamos a obtener los ingresos en dólares?"

¿Qué depara el futuro?

Recientemente, el propio Jim O'Neill dijo en torno a BRICS: “no se logró nada, más que poder simbólico”. Hasta llegó a cuestionar a las nuevas incorporaciones al grupo, “La decisión no parece haber sido adoptada con algún objetivo claro y mucho menos con un criterio económico. ¿Por qué, por caso, no fue invitada Indonesia? ¿Por qué la Argentina y no México, o por qué Etiopía, pero no Nigeria?”. 

Considerando estos dichos y la falta de seriedad que se le atribuye al grupo, la decisión de Argentina de unirse a BRICS se presenta con un mayor grado de polarización tanto para el ámbito político cómo para el económico. Por un lado, si bien esta incorporación promete una serie de beneficios significativos (tal vez diría idílicos) para el país, tales como lo serían el fortalecer sus lazos comerciales con naciones clave como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, además de los demás países que se incorporarían al grupo, lo que sería beneficioso para sectores económicos esenciales como la agricultura y la minería. Además, ¿cuál sería el mayor beneficio para la Argentina? El mismo viene arraigado de la posibilidad de acceder a financiamiento ventajoso a través del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), lo que permitiría obtener financiación para proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible, aunque la realidad es que el NBD lograría quitar dependencia del Fondo Monetario Internacional y abrir nuevos horizontes financieros ante la imposibilidad de Argentina para acceder al mercado financiero.

Es claro que esta decisión no está exenta de desafíos y riesgos. La tensión geopolítica que gira en torno al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el pasado sobre interés por las compras de las vacunas Sputnik a Rusia y la creciente relación/dependencia comercial con China, denotan un acercamiento a un modelo de gobierno comunista, lo que alejaría a la Argentina de fortalecer las relaciones comerciales con Occidente, en especial con Estados Unidos. Además, la revisión de esta decisión ante un inminente cambio de gobierno genera incertidumbre, los dos candidatos con mayores expectativas presentan miradas desfavorables ante la incorporación de la Argentina al grupo, siendo lo más probable que la misma no llegue a llevarse a cabo considerando que el nuevo gobierno asume antes de que se efectivice el ingreso al mismo.

Por lo pronto el interés por parte del oficialismo está más que claro, no hay que cortar relaciones para no perder la posibilidad de acceder a dólares; lo que no queda en claro es qué es lo que tenemos para ofrecer, más allá de los propios recursos, la incorporación suena un poco a firmar un cheque en blanco.

Por Gastón Motta, Lic. En Administración

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