Alarma por la Anomalía Magnética del Atlántico Sur: advierten que se intensifica y se desplaza hacia Argentina

Las implicancias de su avance incontrolable podría desencadenar en interrupciones en la conectividad global y afectará el normal funcionamiento de infraestructuras estratégicas en Argentina.

Mundo14/07/2025Studio341NewsStudio341News
Nasa

La Anomalía Magnética del Atlántico Sur (AMAS) volvió a encender las alertas en la comunidad científica internacional. Detectada por la NASA, el fenómeno está mostrando signos de intensificación y, según especialistas, se desplazó unos 20 kilómetros hacia el oeste. La preocupación no es menor: podría impactar de lleno en infraestructuras clave y provocar interrupciones en la conectividad global, afectando particularmente a países de Sudamérica, entre ellos la Argentina.

La AMAS representa una zona del planeta donde el campo magnético terrestre es mucho más débil que en el resto del globo. Esa fragilidad permite que los cinturones de radiación de Van Allen desciendan a altitudes más bajas, dejando expuestos a satélites y sistemas de navegación a niveles peligrosos de radiación cósmica. Las regiones más afectadas por ahora son Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay.

Pero los últimos informes trajeron un dato que inquieta aún más: estudios recientes detectaron una posible bifurcación en la anomalía. Es decir, podría estar dividiéndose en dos zonas con debilitamientos distintos, lo que ampliaría el área de influencia y generaría asimetrías cuyos efectos aún no se conocen del todo.

Los Centros Nacionales de Información Ambiental (NCEI) y el Servicio Geológico Británico (BGS), junto con la NASA, realizan un monitoreo constante del fenómeno. Sin embargo, no hay forma de frenarlo ni revertirlo. Por ahora, la única herramienta es la observación científica y la adaptación tecnológica.

Aunque los expertos aseguran que la AMAS no implica un riesgo directo para las personas, su persistencia —y sobre todo su crecimiento— plantea un serio desafío para la ciencia, los satélites y las telecomunicaciones. De hecho, puede generar fallas en los satélites que sobrevuelan la región, interferencias en las ondas de radio e imprecisiones en los sistemas de navegación y posicionamiento.

“La clave es el monitoreo constante para anticiparse a posibles consecuencias”, señalaron desde el NCEI y el BGS. En tanto, la NASA continúa reforzando sus modelos predictivos y ajustando protocolos para proteger a los satélites que cruzan la zona crítica. Entre ellos, se destacan los sistemas ICON (Explorador de Conexiones Ionosféricas) y el Swarm, de la Agencia Espacial Europea.

Qué es la AMAS y por qué afecta a la Argentina

El origen de la Anomalía Magnética está en la “geodinamo”: el campo magnético generado por el movimiento de metales líquidos en el núcleo externo de la Tierra. Ese escudo natural desvía más de 1,5 millones de toneladas de material solar por segundo, protegiendo al planeta de la radiación solar y el viento solar. Pero en el área del Atlántico Sur, ese escudo se debilita notablemente.

La NASA lo describe como una especie de “abolladura” en el campo magnético terrestre. Una falla en esa protección que, sin afectar directamente la salud humana, sí pone en riesgo el funcionamiento de satélites, aeronaves, sistemas de comunicación e incluso redes eléctricas.

La AMAS no es un fenómeno nuevo, pero su avance incontrolable, su expansión geográfica y su impacto sobre tecnologías sensibles hacen que su monitoreo se haya convertido en una prioridad para las agencias espaciales del mundo.

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