Sebastián Sosa rompió el silencio tras la denuncia por abuso sexual: "Confío en la Justicia"

El mundo del fútbol argentino se estremece ante las impactantes acusaciones de abuso sexual que involucran a cuatro jugadores del Club Atlético Vélez Sarsfield. Sebastián Sosa, arquero emblemático del equipo, junto con sus compañeros Braian Cufré, Abel Osorio y José Ignacio Florentín, se encuentran en el ojo del huracán tras ser denunciados por una joven de 24 años en un incidente ocurrido en el hotel Hilton de San Miguel de Tucumán.

El escándalo estalló luego de que la noticia se propagara rápidamente, llevando a la inmediata separación del plantel profesional de los acusados por parte del director técnico Gustavo Quinteros.

En medio del vendaval mediático, Sebastián Sosa utilizó sus redes sociales para emitir un mensaje, declarando: "Repudio la violencia de cualquier tipo. Respeto la integridad física y sexual de toda persona. Confío en la rápida acción de la Justicia". Estas palabras, sin embargo, quedan suspendidas en la incertidumbre mientras la investigación sigue su curso y el destino de estos jugadores pende de un hilo.

La denuncia presentada por la joven involucrada, identificada como M., estudiante de periodismo deportivo, detalla un encuentro que habría tenido lugar tras el partido contra Atlético Tucumán, hace dos fechas atrás de la Copa de la Liga. Según su relato, el arquero Sosa la habría contactado a través de Instagram, invitándola al mencionado hotel.

Sin embargo, lo que debía ser una reunión aparentemente inocente tomó un giro oscuro cuando, al llegar a la habitación, se encontró con Cufré, Osorio y Florentín, otros jugadores del equipo. La denuncia describe un ambiente en el que se compartieron bebidas alcohólicas, tras lo cual la joven se sintió mareada y vulnerable. En un momento de desamparo, habría sido víctima de un abuso sexual sin su consentimiento.

Las autoridades han tomado medidas inmediatas para esclarecer los hechos, ordenando exámenes médicos a la víctima, secuestro de prendas y revisión de las grabaciones de seguridad del hotel. Mientras tanto, el club ha actuado con decisión al separar a los jugadores implicados, aunque aún no se ha manifestado respecto a su apoyo legal.

El caso, que podría considerarse como abuso sexual agravado y con el agravante de haber sido perpetrado en grupo, podría tener serias consecuencias legales para los acusados, quienes podrían enfrentarse a una pena de más de 15 años de prisión, dependiendo del avance de la investigación judicial.