"Sacame de acá, por favor”: el estremecedor relato de una vecina tras la tragedia aérea en San Fernando

Narcisa, es la dueña de la casa en la que se incrustó el avión privado, un Challenger 300 que llegaba desde Punta del Este.

Actualidad19/12/2024Studio341NewsStudio341News
Accidente aereo

Una vecina de San Fernando compartió un relato impactante tras el trágico accidente aéreo que terminó con la vida de Martín Fernández Loza, piloto de 44 años, y Agustín Orforte, copiloto de 35. Narcisa, dueña de la casa contra la que se estrelló el avión privado, narró los angustiantes momentos que vivió a pocos metros de la aeronave.

El Challenger 300, que había partido desde Punta del Este, perdió el control en pleno descenso. Según explicó la mujer a medios locales, la aeronave primero rozó un árbol y luego fue descendiendo lentamente hasta impactar contra su vivienda, provocando un incendio que dejó la propiedad inhabitable. Por los daños estructurales, ahora está bajo orden de demolición.

“Vi cómo el avión agarró el árbol y después bajó despacito hacia mi vereda, hasta que chocó contra mi casa y se incendió”, recordó Narcisa, quien también reveló que logró salvarse junto a su familia gracias a una desesperada maniobra: escaparon rompiendo una división de madera que conectaba con la vivienda de su hija.

Avion

“Gritos desgarradores” y el heroísmo de los pilotos

En medio del caos, Narcisa detalló que una de las aletas del avión pasó a escasos metros de su rostro. “Desde adentro se escuchaban gritos desgarradores, como ‘¡Sacame de acá, por favor!’. Se oían desde una cuadra de distancia”, relató conmovida.

La vecina también destacó las maniobras de los pilotos, quienes intentaron frenar el impacto y evitaron que la aeronave colisionara de lleno contra su casa, lo que podría haber sido una tragedia aún mayor.

Aunque la explosión no fue tan fuerte, Narcisa aseguró que el fuego y el humo la obligaron a alejarse rápidamente. Su pequeño almacén, que operaba dentro de la vivienda, quedó completamente destruido. “Estoy bien, gracias a Dios estoy fuerte, pero me quedé sin hogar y sin trabajo”, expresó con resignación.

El episodio dejó al barrio en estado de shock, mientras avanza la investigación para determinar las causas del accidente. Para Narcisa y su familia, será un largo camino para reconstruir su vida tras un hecho que marcó un antes y un después en la comunidad.

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