El Banco Central salió a pescar dólares en un mercado saturado de riesgo argentino

La autoridad monetaria le puso fecha al repo, al Bopreal y anunció la emisión de nuevos títulos en USD. Alerta en Nueva York por los riesgos del dólar atrasado y la falta de reservas. Una advertencia de suba de encajes.

Actualidad10/06/2025Studio341NewsStudio341News
Luis Caputo

Con el mercado cambiario prácticamente cerrado, el Banco Central decidió salir a buscar dólares frescos por la vía del endeudamiento. En las últimas horas lanzó una batería de medidas para engrosar las reservas: un préstamo con bancos internacionales, un bono para que las empresas puedan dolarizarse y una advertencia directa a los Fondos Comunes de Inversión (FCI).

El plan oficial llega justo cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) le dio aire extra para cumplir la meta de acumulación de reservas. Aprovechando ese margen, el Central anunció que el próximo 11 de junio tomará un repo (préstamo con garantía de activos) por hasta US$ 2.000 millones. Por ahora no se conocen detalles clave, como la tasa de interés o las garantías que pondrá el BCRA sobre la mesa.

Las negociaciones, sin embargo, estuvieron lejos de ser fáciles. "El mercado está pesado de riesgo argentino y eso encarece el repo. A los bancos les cuesta más desprenderse de ese riesgo", explicó un importante operador de Wall Street. El equipo económico busca conseguir una tasa menor al 8,8% del crédito anterior, pese a que el riesgo país sigue en torno a los 680 puntos básicos.

Otra fuente en Nueva York fue tajante: "No es una buena señal aumentar reservas con deuda sólo para sostener un peso sobrevaluado".

Un círculo cada vez más chico de bancos

Para esta operación, el Central volvió a tocar las puertas de sus aliados en la primera vuelta: Citi, JP Morgan, BBVA, ICBC y Santander. Pero las dificultades hicieron que la lista se redujera a tres: JP Morgan, Goldman Sachs y Santander.

El Bopreal, con demoras

Mientras tanto, otra vía para captar dólares será la emisión de la serie 4 del Bopreal, que se licitará el próximo 18 de junio. Este bono permitirá a las empresas resolver deudas comerciales y pago de dividendos pendientes al 12 de diciembre de 2023, por hasta US$ 3.000 millones.

El lanzamiento sufrió demoras: aún falta un decreto presidencial que habilite su emisión. Las multinacionales, en tanto, siguen analizando si entrarán o no en la operación.

Más deuda cara

El Gobierno también volverá a apelar a la colocación de deuda en dólares. A partir de este mes, incluirá en su cronograma de licitaciones la opción de suscripción directa en divisas para títulos con plazos superiores a un año, con un tope mensual de US$ 1.000 millones.

Tras la reciente colocación del Bonte 2030, que le permitió obtener US$ 1.000 millones, el Tesoro buscará repetir la jugada. Pero en la City la gran incógnita es si los nuevos bonos también pagarán tasas tan altas para seducir a los inversores.

Señal de alerta para los FCI

Además, el Central ya anticipó que a partir de julio de 2025 eliminará las LEFI, el instrumento que ayudó a desarmar los pasivos remunerados. A partir de entonces, el stock de estas letras será canjeado por LECAPs, bonos de corto plazo en pesos. El objetivo es que sea el Tesoro —y no el BCRA— quien absorba la liquidez sobrante.

Por último, la autoridad monetaria avanza en una reforma para igualar los encajes de todas las cuentas remuneradas, incluidos los fondos de inversión, que hasta ahora tenían condiciones más laxas. Según fuentes del sector, el BCRA ya avisó a los administradores de FCI que los encajes seguirán subiendo, como parte de una estrategia para reducir las distorsiones y estabilizar el fondeo bancario.

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