Denuncian el primer caso de efectos adversos por la vacuna AstraZeneca en Rosario: "Me puse la Astrazeneca y tuve un infarto"

Roberto tiene 56 años, es profesor de tenis y productor de seguros. Afirma que “jamás había ido a un médico” y dice que entre la colocación de la dosis y el episodio cardíaco pasó solo una semana.

Actualidad17/05/2024Studio341NewsStudio341News
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Roberto Franco, un ciudadano rosarino, se erige como pionero al alzar su voz y denunciar los efectos adversos que atribuye a la administración de la vacuna Astrazeneca, en medio del convulso panorama de la pandemia de coronavirus. Su acción legal reposa ahora en la Cámara Federal, dirigida contra el Estado nacional.

Con 56 años de edad, Roberto desempeña labores como productor de seguros y profesor de tenis. Su testimonio relata cómo, tras recibir la vacuna, experimentó una dramática secuela: un infarto apenas transcurrida una semana.

"Nunca antes había requerido atención médica ni había sido hospitalizado. Prácticamente no padecía ni resfriados. La Astrazeneca venía envuelta en antecedentes, se advertía sobre la necesidad de tomar aspirinas previas a su aplicación. Yo me la inoculé un 19 de junio. Se comentaba que a los siete días podrían surgir complicaciones trombóticas. Y así fue, una semana después de la vacuna, sufrí un infarto", compartió.

"Numerosos profesionales de la salud alertaban sobre los riesgos asociados a Astrazeneca. Incluso la médica que me dio el alta mencionó el caso de un familiar suyo que padeció complicaciones similares", rememoró, sosteniendo: "La trombosis afectó mi arteria principal, las otras dos permanecían intactas. Cuando se presenta una obstrucción en una, las demás se ven comprometidas. Todos los exámenes realizados mostraron resultados impecables, el único factor externo fue la vacuna. No se trata de un capricho, en junio me inoculé, y ya en abril y mayo otros países habían prohibido su uso".

Roberto puntualizó que ha interpuesto una demanda contra el Estado, recordando además que, en ese momento, el Gobierno nacional promulgó un Decreto de Necesidad y Urgencia para indemnizar a las víctimas de las vacunas. "Si se toman medidas de esa índole es porque no se espera que sean casos aislados", aseguró.

En cuanto a su estado actual, reveló: "Mi vida cotidiana continúa, pero un segmento de mi corazón permanece inmóvil. Diariamente debo ingerir cuatro pastillas, una realidad que difiere notablemente de mi vida preexistente. Se requieren constantes evaluaciones médicas. Y cuando sufrí el infarto, se negaron a atenderme hasta confirmar si padecía Covid-19, una situación absurda".

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